Toda guerra, tiene un culpable.

Los ideólogos de los sistemas totalitarios buscan una explicación plausible del mundo y la encuentran en la división dual de lo blanco y negro. El mundo se divide en amigos y enemigos. También aquí se produce la palingénesis de mitos ancestrales, que sitúan al enemigo fuera, o más simplemente se considera que todo lo de fuera es enemigo. La psicología ha clarificado la razón de esta postura simplista. Ha de buscarse un enemigo que contribuya a cohesionar el grupo formado por el propio partido, la nación o la raza («Liberalismo y fascismo dos formas de dominio burgues» [1976], Reinhard Kühnl [1936 – 2014]). En el caso de la Alemania nazi, los judíos son retratados como enemigo universal. En otros contextos es el «imperio norteamericano», el socialismo o el comunismo. En cualquier caso, esto se complementa con «la religión de la patria», como anotó con orgullo Pietro Gorgolini (1891 – 1973)…
View original post 64 more words